Es con esta filosofía que se funda Revomec, en 2011, a Trissino. La empresa de Vicenza, realiza y comercializa bombos de abatanar, máquinas fundamentales en la segunda parte del ciclo del curtido: el acabado de la piel.
La alta calidad en todas las fases de producción, junto con una investigación extrema para los detalles y el design, un personal preparado y una atención especial a la sostenibilidad ambiental, permiten a la empresa expandir su mercado a nivel internacional en poco tiempo, convirtiéndose así en un socio fiable en el acabado de las pieles.
Pero es la innovación, desde las soluciones tecnológicas hasta los materiales utilizados, el verdadero espíritu rector de la empresa. Un design compacto, pero que aprovecha al máximo la amplia zona de carga; un aislamiento general para mejores rendimientos en las pieles trabajadas; un innovador sistema de gestión de la calefacción y el polvo; un bajo consumo de energía para una producción realmente sostenible; una gran simplicidad y seguridad de uso; una conectividad avanzada gracias a la supervisión remota. Estas son las principales innovaciones que permiten responder a las exigencias de un mercado en continua evolución, tanto en la moda, como en el mobiliario y el automoción.